¿Fala português? Ruta por los pueblos más bonitos de la frontera con Portugal

Si bien nuestro país vecino, Portugal, posee una esencia única que deja con la boca abierta a cualquier turista, por toda la zona fronteriza que une España con Portugal existe una belleza mágica en cada uno de los pueblos fronterizos en lo que se mezclan las dos culturas forjándose una nueva y rica en todos los aspectos.  

Para nuestros #ruralovers apasionados de las rutas en autocaravana, camper o en coche os proponemos que tiréis de carretera y manta para descubrir estos pueblos que merecen la pena revivir sus historias.  

En el post de hoy, os dejamos esta ruta de sur a norte por toda la franja de la frontera:  

Barrancos 

Crédito: turismoenportugal.org

Esta villa portuguesa del distrito de Beja hace frontera al norte y al este con los municipios españoles de Oliva de la Frontera y Valencia del Mombuey (Badajoz) y de Encinasola (Huelva). Se hablan tres lenguas: el barranqueño, el portugués y el español. Aquí podrás encontrar el Parque de Natureza de Noudar con un paisaje en el que predomina la montanera de encinas. Tienes la posibilidad de estar en dos unidades de alojamiento imbuidas de historia e identidad: la Casa do Monte y la Casa da Malta. 

Monsaraz  

Crédito: Revista Traveling

Suspendido en el tiempo, el pueblo histórico de Monsaraz, uno de los más antiguos de Portugal, es un destino obligatorio para añadir a su lista de lugares a visitar en Alentejo. Especialmente después que, en 2017, ganó la categoría «Aldeas Monumentales» en el concurso 7 Maravilhas de Portugal – Aldeias (7 maravillas de Portugal – Aldeas). 

Este elegante pueblo medieval de Monsaraz, mantiene la magia de tiempos antiguos como pocos en el mundo. Hecho de cal y esquisto, este lugar nos susurra, entre el eco de nuestros pasos en sus calles. De sus valientes reyes, de sus templarios, de su gente valiente y de sus damas de sencilla belleza se podían contar muchas historias magníficas. 

Olivenza 

Crédito: Guías Viajar

Erigida entre dehesas de encinas y alcornoques bañados por el embalse más grande de Europa Occidental asoma Olivenza, una localidad española con alma portuguesa cuya historia la convierte en referente cultural de la raya hispanolusa. 

Fue durante su etapa portuguesa cuando se erigió la villa privilegiada y fortificada repleta de casas blancas, edificios con arcadas toques manuelinos y suelos adoquinados que desde 2019 se considera uno de Los Pueblos Más Bonitos de España. 

Elvas 

Crédito: Portugal.net

Elvas es una ciudad pequeña y agradable, llena de monumentos, clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012 debido a que cuenta con las mayores y mejor conservadas fortificaciones abaluartadas terrestres de todo el mundo, siendo un magnífico ejemplo del arte holandés de fortificación. Elvas es de hecho un encanto para sus visitantes y fue a lo largo de los siglos una ciudad histórica y estratégica que defendía Portugal a tan sólo unos pasos de enemigo.  

Braganza 

Crédito: El Viajero Feliz

Bajo el espesor del Parque Natural de Montesinho encontramos Braganza. Lo primero será diferenciar entre la antigua ciudadela amurallada, y la ciudad nueva. A la primera accedemos por la Puerta del Sol. Destaca la colosal torre de su castillo del siglo XII, que alcanza los 33 metros, aunque sin quitarle protagonismo a la iglesia de Santa María ni al singular Domus Municipalis, muestra única de la arquitectura románica civil.  

Las tradiciones y el Carnaval –también el de Zamora– vuelven a la vida en el Museo Ibérico de la máscara y el traje. Un viaje al pasado que continúa de murallas para fuera, frente a la antigua catedral o en los museos que abarcan siglos historia, desde los cuadros de Abade de Baçal hasta el arte contemporáneo de Graça Morais. 

Chaves 

Crédito: Ibis

Hermanada con la gallega Verín, en Chaves nos espera un castillo medieval con monumental Torre de homenaje, un puente romano que une las orillas del Támega y una plaza, la de Camoes, donde abundan las fachadas preciosas como la del Palacio de los Duques de Bragança, la de la Cámara Municipal o la barroca que cubre la iglesia de la Misericordia.  

La composición singular y elevada temperatura de sus aguas termales las han convertido en famosas, así que podremos sumergirnos en las Termas de Chaves o "cambiar de país" y recorrer la ruta que termal que une ambas localidades. 

Éstos son algunos de muchos de los pueblos preciosos fronterizos con Portugal y España, porque está claro que la mezcla de ambas culturas está inmersa en ellos y todos guardan una magia y esencia muy especial, ahora solo queda... Carretera y manta.